jueves, 29 de septiembre de 2011

La concentracion y la piedad.

AjeUn joven,preso de la amargura acudió a un monasterio en Japón y le expuso a un anciano maestro:
- Querría alcanzar la iluminación,pero soy incapaz de soportar los años de retiro y meditación. ¿Existe un camino rápido para alguien como yo?
-Te has concentrado a fondo en algo durante tu vida? preguntó el maestro.
- Solo en el ajedrez,pues mi familia es rica y nunca trabajé de verdad.
El maestro llamó a un monje.Trajeron un tablero de ajedrez y una espada afilada.
- Ahora vas a jugar una partida muy especial de ajedrez.Si pierdes te cortaré la cabeza con esta espada; y si por el contrario ganas, se la cortaré a tu adversario.
Empezó la partida.El joven sentía
las gotas de sudor recorrer su espalda,pues estaba jugando la partida de su vida.El tablero se convirtió en el mundo entero.Se identificó con él y formó parte de él. Empezó perdiendo,pero su adversario cometió un desliz.Aprovechó la ocasión para lanzar un fuerte ataque,que cambió su suerte.Entonces miró de reojo al monje.
Vió su rostro inteligente y sincero,marcado por años de esfuerzo.Evocó su propia vida,ociosa y banal...y de repente se sintió tocado por la piedad. Así que cometió un error voluntario y luego otro...Iba a perder.
Viéndolo, el maestro arrojó el tablero al suelo y las piezas se mezclaron.
-No hay vencedor ni vencido-dijo-.No caerá ninguna cabeza.
Se volvió hacia el joven y añadió:-Dos cosas son necesarias:la concentración y la Piedad.Hoy has aprendido las dos.