No nacemos negativ@s,aprendemos a serlo.
Las decepciones,los desengaños,los errores propios o ajenos,nos llevan a un estado de ira interior,desaliento o dolor emocional.
Esto solo es una mala reacción,un mecanismo inconsciente equivocado que se puede cambiar.
El pensamiento positivo viene con ventajas por animarnos a tomar los riesgos necesarios y ampliar nuestros horizontes.
La clasificación entre hechos positivos y negativos está en nuestra mente,no en el Plan de Dios.
En una perspectiva espiritual todo tiene un sentido y un hecho no es bueno ni malo,sencillamente es.
Por eso hay muchos que hablan bien de una enfermedad que les dejó profundas y valiosas enseñanzas.
En el Plan divino el “mal” es necesario y casi siempre es una bendición oculta o un bien disfrazado.
Hay accidentes que mejoran la vida y crisis o muertes que nos despiertan y nos ubican.
Por lo mismo,no te contentes con una visión superficial y ve más allá de las clasificaciones de la mente.